Se dice que en una gruta cercana a Suances... junto a una bolera de oro soterrada... Allí, las brujas celebran su aquelarre... o parten en humeante enjambre hacia Cernégula... lo que explica el cantar:
"De la cueva de Ongayo
salió una bruja
con la greña caída y otra "brújuca".
Al llegar a Cernégula
¡válgame el cielo!
un diablo cornudo
bailó con ellas.
Por el Redentor,
por Santa María,
con el rabo ardiendo
¡cómo bailarían...!"
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