Cantabria es montaña, la Montaña por antonomasia... pero por ello mismo balcón abierto hacia el mar que ciñe el Norte... Los seres fantásticos que pueblan sus valles, cuevas, bosques y arroyos encuentran contrapartida en aquellos que conocen sus marineros y pescadores... esos hombres que... resignados e intrépidos... se alejan cada día de sus costas verdes y aromosas para tender en el bravío Mar Cantábrico sus redes y arrancarle sus peces...
Entre los seres del Cantábrico... los más conocidos son aquellos que de alguna manera participan de la vida humana... aquellos que tienen algo de hombre y que por eso mismo le resultan familiares... aunque al mismo tiempo le inspiran temor.
Contrariamente a lo que sucede en tierra... la mayor parte de los seres marinos son beneficiosos... o al menos, inofensivos para los pescadores y navegantes que se internan en las procelosas aguas del Cantábrico...
No quiere decir que no existan monstruos... pues muchos viejos lobos de mar podrían describir docenas de ellos a cuál más espantoso y cruel. Lo que sucede es... que normalmente no actúan contra el hombre... Y esto se debe a la autoridad que ejerce sobre todos ellos un personaje desconocido en otros mares... un extraño ser entre animal, humano y divino... que reina sobre todo ser viviente bajo las aguas que bañan Cantabria: el enigmático y temible Lantarón, de cuyos poderes sabemos algo... mas no así de sus orígenes y familia.
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